A una partícula fundamental, el bosón de Higgs, se le ha llamado la partícula de Dios a menudo. A los físicos no nos gusta ese nombre. Nunca oirás a un físico o una física que lo use.
Durante casi un siglo, los científicos hemos ido encontrando evidencia cada vez más sólida de que hay materia en el Universo más allá de la que observamos directamente con la luz.